jueves, 4 de agosto de 2011

Unos 300 indignados trataban de entrar hoy a Sol por todos los accesos

MADRID.- Después de dos intentos infructuosos de reconquista de la Puerta del Sol, el Movimiento 15-M ha puesto en marcha hoy una jornada de protesta continua con dos convocatorias, una al mediodía en la plaza de Oriente y otra a las ocho de la tarde en Sol, de los que la policía desalojó a los indignados el pasado martes tras haber permitido dos meses y medio de ocupación.

En esta nueva estrategia de impedir las acampadas, la Delegación de Gobierno y el Ayuntamiento de la capital mantienen, por tercer día consecutivo, el férreo blindaje de la plaza, a la que unos 300 indignados de la primera marcha han intentado acceder desde todas las calles, una vez más, sin éxito. No parece que las autoridades piensen dar ni un paso atrás después de 79 días de tolerancia y ninguno de los dos organismos da explicaciones al respecto.
Desde primera hora de la mañana, un fuerte dispositivo policial se ha desplegado en Sol, que desde la una de la tarde en adelante estaba desierta y cerrada a cal y canto. Agentes de la Policía Nacional y Municipal custodian las calles que confluyen en la plaza -Alcalá, Montera, Carmen, Preciados, Arenal, Mayor, Carretas y Carrera de San Jerónimo-, donde hay apostadas media docena de furgones y varios coches policiales. 
También hay vallas que bloquean todos estos accesos, contra las que han topado los 300 indignados que, partiendo de la plaza de Oriente, se han topado contra un muro una y otra vez.
Durante la mañana, la estación de Metro y Cercanías estaba abierta y el tránsito de madrileños, clientes y turistas era el habitual, sin que se pidiera  identificación a nadie, tanto en la Sol como en las calles aledañas. Sin embargo, a la una, los agentes han tomado una decisión inédita: han comenzado a entrar en comercios, bares y restaurantes para pedir a sus responsables que evacuen a los clientes.
 Muchos comercios que han echado el cierre por recomendación de la policía han ido reabriendo a partir de las dos y media, a medida que los manifestantes se han alejado de la zona en dirección a la plaza de España, donde debaten sus próximas acciones. Los convoyes de metro y de trenes también vuelven a hacer parada en Sol desde las cuatro de la tarde tras haber cerrados sus puertas a las 13.40.
Entra las doce y las dos y media, no se ha permitido entrar en la plaza a nadie, tuviera aspecto o no de indignado. Muchos ciudadanos se han acercados a los agentes a preguntar qué pasaba, por qué se les impedía el paso, pero solo se ha permitido entrar a los vecinos de la zona o por alguna urgencia. Miembros de la comisión de información del 15-M ha repartido panfletos en los que se aclara que la "culpa" no es de los indignados y se recuerdan los artículos sobre libre circulación de los ciudadanos y la igualdad de derechos.
En la plaza de Oriente, los servicios de limpieza han desalojado a las cinco de la mañana a un pequeño grupo de personas que pasaron la noche allí tras las protestas de ayer. A las once, todo estaba tranquilo, había unos pocos indignados y algunos de Anonymous esperaban el inicio de la marcha. Una furgoneta de la policía municipal les vigilaba a unos metros y había más periodistas que manifestantes y que agentes. Pasadas las doce, ha hecho acto de presencia el helicóptero de la policía que estos días controla a los indignados desde el aire y del que se quejan los vecinos de Centro, porque les impide dormir. Media hora después del inicio de la convocatoria, eran entre 200 y 250 personas, que esperaban a ser más para decidir. El itinerario de la protesta no está programado y lo han ido decidiendo sobre la marcha. 
A las 12.40, han entrado en la plaza seis furgones policiales y una veintena de agentes, que han sido recibidos con gritos de "vergüenza" y "libertad". "No hay café para tanta lechera", les han increpado los indignados. La Policía ha formado una hilera a la altura de la calle de Felipe V. "Esto es lo que pasa por echarnos de la plaza", "menos crucifijo y más trabajo fijo", han coreado los manifestantes. Un portavoz del 15-M ha propuesto a los manifestantes separarse, pero los indignados han preferido marchar juntos por Arenal a pesar del bloqueo policial del acceso. 
Un espontáneo se ha arrancado a cantar una canción reivindicativa. Los asistentes, que a esa hora ya eran unos 300, la han recibido entusiasmados. Han contestado con su lema: "Que no nos representan". Sobre la una, la marcha ha girado por la travesía del Arenal para sortear el blindaje policial de Sol por la calle del Arenal. Continuaban por la calle Mayor. Allí se ha cortado por primera vez la manifestación. Los indignados han increpado a los agentes y, en vista de la imposibilidad de llegar a Sol, han intentado otra vía, la calle del Correo, que también estaba cerrada. "La lucha sigue cueste lo que cueste", decían los indignados.
"Dejadnos pasar que queremos comprar" y "esto sí perjudica a los comercios" eran otras de las consignas de los indignados que, a la una y media, estaban decidiendo sus próximos pasos en la calle Carretas. A las dos de la tarde, una sentada frente a la policía. La marcha ha seguido después por la calle Sevilla y ha cruzado Alcalá en dirección Virgen de los Peligros. Cuando han llegado a la Gran Vía han cortado dos veces durante unos minutos dos de los carriles al trafico. De allí, se han encaminado a la calle Carmen, que tampoco han podido cruzar. La marcha ha continuado hasta Preciados, donde una vez más, bloqueo.
Sobre las 14.40, la manifestación se ha disuelto para comer y descansar en los entornos de la plaza de España y de Oriente, a la espera de la convocatoria de las ocho de la tarde. Hay voces que piden palabras mayores: que antes de esa hora se intente cortar la principal vía de circunvalación de la ciudad, la M-30, a la altura de la cercana calle de Príncipe Pío.
Las protestas de ayer se saldaron con otros dos detenidos, que se suman a los dos del miércoles, ha informado un portavoz de la Jefatura Superior de Policía. El primero de ellos ha sido detenido sobre las doce y media en la calle del Carmen, acusado de un delito de daños sobre un vehículo policial -los agentes sostienen que rayó el coche-, mientras que a la otra se le acusa de un delito de amenazas contra los agentes.
Esta persona ha sido detenida sobre la una y media en la calle Espoz y Mina. Ambos se encuentran en el centro policial de Moratalaz, y esperan las diligencias policiales para pasar a disposición judicial. Los otros dos detenidos por desórdenes públicos durante las protestas de la noche del martes al miércoles ya han pasado a disposición judicial y han quedado en libertad con cargos.

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