MADRID.- El Gobierno español ha aprobado el proyecto de Ley de  Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, que obliga a las  administraciones públicas a tener déficit cero a partir del año 2020, y  lo ha remitido a la Cámara Alta para su convalidación.
   Una vez que el Congreso dé 'luz verde' al texto y se  introduzcan las enmiendas correspondientes, el proyecto de ley será  enviado al Senado para recibir también el visto bueno de la Cámara Alta.  Finalmente, volverá de nuevo al Congreso para ser aprobado de forma  definitiva.
   La nueva ley introduce la deuda pública como criterio de  sostenibilidad presupuestaria, que no podrá superar el 60% del PIB, y  obliga a todas las administraciones públicas a presentar equilibrio o  superávit computado en términos SEC a partir de 2020, por lo que ninguna  podrá incurrir en déficit estructural desde entonces.
   Este objetivo es mucho más estricto que el que pactaron este  verano PP y PSOE, con motivo de la reforma de la Constitución para  controlar el gasto público, y que contemplaba un déficit estructural  máximo del 0,4% del PIB.
   Ahora, este déficit estructural del 0,4% sólo podrá  registrarse en caso de que las administraciones estén llevando a cabo  reformas estructurales con efectos presupuestarios a largo plazo o en  situaciones excepcionales, como catástrofes naturales, recesión  económica o situación de emergencia extraordinaria.
   Para conseguir estos objetivos, el proyecto recoge que la  deuda pública se reducirá siempre que la economía nacional experimente  una tasa de crecimiento real positiva. Además, cuando se alcance una  tasa de aumento del PIB del 2% o se genere empleo neto en términos  anuales, la ratio de deuda se reducirá anualmente, como mínimo, en dos  puntos del PIB.
   En la misma línea, el déficit estructural del conjunto de las  administraciones se deberá reducir un 0,8% del PIB nacional en el  promedio anual hasta llegar al déficit cero en 2020. En 2015 y 2018 se  revisarán las sendas de déficit y deuda.
   Además, todas las administraciones deberán aprobar un techo de  gasto, similar al que ya aprueba la Administración Central, consistente  con el objetivo de estabilidad, y el gasto público no podrá aumentar  por encima de la tasa de crecimiento del PIB, de acuerdo con la  normativa europea.
   El proyecto de ley contempla la prioridad absoluta de atender  los intereses y el capital de la deuda pública frente a cualquier otro  gasto, tal y como establece la Constitución.
   El incumplimiento de los objetivos de déficit exigirá la  presentación de un plan económico-financiero que permita la corrección  de la desviación en el plazo de un año. Dicho plan deberá explicar las  causas de la desviación y las medidas que permitan retornar a los  límites.
   En caso de incumplimiento del plan, la administración  incumplidora deberá constituir un depósito retribuido del 0,2% de su PIB  nominal, que a los seis meses podrá convertirse en multa en caso de que  los incumplimientos se reiteren. Pasados nueve meses, el Ministerio de  Hacienda podrá enviar una delegación para valorar la situación  económico-presupuestaria de la administración en cuestión.
   En realidad, se trata de una forma de intervención de las  cuentas públicas, pero nada tendrá que ver con la suspensión de  competencias autonómicas, sino que será algo similar a lo que sucede en  la UE con los países que han sido intervenidos. 
   El cumplimiento de los objetivos se tendrá en cuenta para  autorizar emisiones de deuda, conceder subvenciones o suscribir  diferentes convenios, y las sanciones impuestas a España por la UE en  materia de estabilidad serán asumidas por la administración responsable.
   Antes de llegar a situaciones de incumplimiento del déficit,  la ley también refuerza el principio de transparencia y, por ello, cada  administración deberá dar información sobre las líneas fundamentales de  sus presupuestos antes de aprobarlos. Además, se amplía la información a  suministrar para mejorar la coordinación en la actuación  económico-financiera de todas las administraciones.
        Según el Gobierno, ésta es una de las grandes reformas  estructurales que vendrá a reforzar la estructura institucional de  España, mostrando que hay unos controles establecidos para asegurar el  cumplimiento del déficit.
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario