MADRID.-  El fiscal general del Estado, Eduardo 
Torres-Dulce, ha manifestado este martes que existe un amplio consenso 
social respecto al establecimiento de "un nivel de tolerancia cero" 
frente a la corrupción, y que esta posición es la que asume el 
Ministerio Fiscal porque no puede permitir que este fenómeno "siga 
envenenando el funcionamiento de la economía, su imagen internacional, 
la integridad de las arcas públicas, la probidad en las relaciones 
comerciales y el cabal desempeño de las prerrogativas y funciones 
publicas".
   Torres-Dulce se ha manifestado en este sentido 
durante su comparecencia en la Comisión de Justicia del Congreso de los 
Diputados, donde acudió a presentar el contenido de la Memoria de la 
Fiscalía correspondiente a 2011. 
   Sobre la Fiscalía 
Anticorrupción, manifestó que "está asumiendo la investigación de las 
mas complejas formas de delincuencia económica."  
   Para 
Torres-Dulce, "junto con la furiosa agresión del terrorismo no hay forma
 mas devastadora de ataque a la democracia  y a sus valores que  la 
devaluación de las instituciones por la venalidad de sus responsables".
  
 Por ello, el fiscal general de Estado insistió en su "beligerante 
compromiso contra esta lacra "con la conciencia clara de que en esta 
partida nos jugamos mucho mas que un mero interés económico". 
   
En esta lucha, considera que la Fiscalía Anticorrupción constituye una 
pieza clave que debe ser reforzada en sus medios personales y materiales
 como unidades adscritas a la misma y la plena colaboración de órganos 
de la administración que sean requeridos
   A lo largo de su 
comparecencia, convocada para que diera cuenta de la última Memoria de 
la Fiscalía, correspondiente a 2011, Torres-Dulce ha manifestado que los
 delitos contra la Administración Pública han experimentado un ligero 
descenso en su conjunto, aunque con incrementos en modalidades 
delictivas de gran trascendencia.
   Así, por el número de 
procedimientos incoados la prevaricación administrativa ha experimentado
 un aumento cercano al 30 por ciento en 2011, mientras que el cohecho se
 ha visto incrementado en un 45 por ciento y el tráfico de influencias 
en un 44 por ciento. Las causas por  malversación de caudales públicos 
durante el pasado año subió en un 25 por ciento.
   Según 
Torres-Dulce, los citados incrementos se deben "quizá a una mayor 
eficacia de la persecución de este tipo de delito", si bien reconoce que
 existe un "deficiente tono ético en el desempeño de determinados 
cargos" sobre el que "debemos reflexionar".
  
 Torres-Dulce ha realizado un diagnóstico de la situación de la 
institución y ha expresado sus quejas por la actual distribución de 
competencias, que hace que la gestión de los recursos que precisa la 
Fiscalía para trabajar dependa de hasta 13 proveedores diferentes entre 
Ministerio y Comunidades Autónoma.
   Ello ha provocado, a juicio 
del fiscal general, que mientras existe un Ministerio Fiscal que ha 
apostado por la especialización, la oficina fiscal "ha permanecido ajena
 a esta transformación".
Además, ha resaltado el escaso ratio de 
funcionarios por fiscal (del 0,8 por ciento), lo que obliga a los 
fiscales a asumir tareas organizativas que le restan tiempo para su 
labor principal.
   Igualmente, ha dicho que actualmente en el 
mapa tecnológico de la Fiscalía conviven hasta diez aplicaciones 
diferentes y a advertido de la incompatibilidad de los diferentes 
sistemas, lo que supone un "serio obstáculo" para la labor del 
Ministerio Público. 
   Al igual que hizo con ocasión de su 
comparecencia antes de ser designado fiscal general, el pasado mes de 
enero, Torres-Dulce ha manifestado la importancia que para él tiene el 
principio de independencia fiscal y ha anunciado la presentación del 
Libro Blanco del Ministerio Fiscal antes de que finalice el propio 
periodo de sesiones.  
  
 Igualmente, ha denunciado el excesivo esfuerzo que requiere la 
dedicación de los fiscales a las infracciones leves o faltas, que 
alcanzaron en 2011 los 300.000 juicios "El grado de alarma que generan 
en la sociedad es tan de escasa entidad que se dispersan y debilitan de 
manera innecesaria" las energías del Ministerio Público.
   De los
 4.477.380 procedimientos incoados en el orden penal durante 2011, más 
del 90 por ciento se archivan. El fiscal viene a formular anualmente 
300.000 son acusaciones, que se dividen en 150.000 diligencias urgentes (
 43 por ciento por delitos contra la seguridad vial y 25 por ciento por 
violencia de género") otras tantas procedimientos abreviados y apenas un
 uno por ciento procedimientos ordinarios, referidos a los delitos más 
graves como homicidios, violaciones etc.
   La Memoria también 
recoge que aunque en 2011 no se produjo ningún atentado terrorista --sí 
hubo cinco acciones de terrorismo callejero--, el número de detenidos 
por terrorismo etarra ascendió a 82, 61 menos que en 2010.     
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