lunes, 25 de abril de 2011

Cuando el calor apriete, los madrileños podrán refrescarse en su 'playa'

MADRID.- Cuando el calor apriete el próximo verano, los habitantes de Madrid, lejos del mar, podrán, no obstante, ir a refrescarse a su 'playa', que está a punto de abrir junto al río Manzanares, en lo que es la última etapa de un ambicioso proyecto de acondicionamiento urbano. 

Madrid Río, un pasillo verde de ocho kilómetros de largo, se extiende sobre 120 hectáreas a la orilla del Manzanares, el río que baña el oeste de la capital española.
Equipamientos deportivos y culturales, paseos, 30 kilómetros de carril bici, parques para niños, cafés y restaurantes están ya a disposición de los madrileños, que redescubren así barrios olvidados de su ciudad.
Pero la guinda del pastel es la 'playa urbana' que abrirá en unos días, copiada de la que existe en París desde 2002 junto al Sena, aunque sin arena: tres grandes piscinas poco profundas, junto con fuentes y pulverizadores de agua, rodeados de césped. La idea es crear un espacio de frescor y ocio en el corazón de la ciudad, situada a 350 kilómetros de las playas más cercanas y donde el termómetro a menudo pasa de los 40 grados en verano.
"Es una maravilla de tranquilidad. Todos lo madrileños van a poder disfrutarlo", dice Fernando López, un desempleado de 38 años, fue a ver la apertura de las últimas zonas verdes, sobre las que pasa una pasarela de acero de aspecto futurista.
"Es estupendo porque no había parques infantiles públicos. Cuando la playa esté terminada, iremos", añade Marta Sanz, de 40 años, con un ojo puesto en su niño de cinco años que baja por uno de los ocho toboganes gigantes pegados a un decorado rocoso.
Se han plantado más de 25.000 árboles y miles de arbustos, hay 11 pasarelas peatonales construidas para unir los barrios de Carabanchel y la Latina en el centro de Madrid. Además, se han restaurado varios puentes antiguos sobre el Manzanares.
Se ha mejorado la calidad del agua del río y aumentado su caudal, ya que el Manzanares, a veces objeto de bromas de los madrileños, era en varios lugares poco más que un hilo de agua. No obstante, sigue prohibido el baño.
El proyecto, que ha tardado siete años en ver la luz, se extiende desde el parque de Arganzuela, en el sur, donde se encuentra el centro de arte contemporáneo Matadero, por tratarse de los antiguos mataderos de la capital, hasta la Casa de Campo, el pulmón verde de Madrid, al oeste.
La organización Ecologistas en Acción criticó el nuevo trazado de la carretera de circunvalación M30, soterrada bajo las zonas verdes, por haberse llevado a cabo "sin estudio de impacto medioambiental", en una ciudad víctima crónica de contaminación.
Pero los madrileños de la zona están encantados con sus nuevas instalaciones. "Tengo la gran fortuna de que vivo muy cerca de la playa de Madrid, a 200 metros", dice Arturo González, un empresario cincuentón. "He absorbido todas las partículas, el polvo que ha habido durante toda la transformación. Ahora tengo que aprovechar y disfrutar de la finalización de las obras", añadió.
En plena campaña para las elecciones locales del 22 de mayo, la playa tendrá que abrir discretamente, puesto que están prohibidas las inauguraciones oficiales. Pero, Madrid Río está en el centro de todos los debates políticos. l alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, del Partido Popular, peleó por este proyecto, que quiere que sea el emblema de un "nuevo Madrid". Los socialistas, en el poder en el Gobierno central, le recordaron que está financiado en parte con fondos del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.

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