miércoles, 13 de abril de 2011

'La Cena del Señor' de Salzillo acompañará al Papa en las Jornadas Mundiales de la Juventud


MURCIA.- 'La Cena del Señor' (1763), considerada la pieza más emblemática del imaginero murciano, Francisco Salzillo, ha vuelto al Museo Salzillo tras estar fuera prácticamente un año con motivo de los trabajos de restauración integral a la que ha sido sometida por primera vez. No obstante, volverá a ausentarse en agosto, con motivo de su traslado a Madrid para estar en las Jornadas Mundiales de la Juventud, que presidirá el Papa Benedicto XVI.

   Un transporte complejo, según ha apuntado la directora del Museo, Teresa Marín, ya que "se requieren medidas de seguridad para que durante el trayecto no pase nada". Para ello, las 13 piezas que conforman esta obra "se desmontarán una a una y serán envueltas en cajas especiales para evitar la menor vibración y movimiento".
   En virtud del acuerdo entre Caja Mediterráneo (CAM) y la Cofradía Nuestro Padre Jesús, la Caja se ha comprometido a financiar el traslado de 'La Cena' a la Plaza Cibeles, de Madrid, para que esté presente en los actos que presidirá el Papa, del 15 al 21 de agosto.
   En dicha Jornada, 'La Cena' tendrá un lugar privilegiado junto al Papa, por cuanto se instalará presidiendo la 'Estación 0' del Vía Crucis, que se celebrará el 19 de agosto. Esta ubicación supondrá que el paso de Salzillo será contemplado por millones de personas gracias a la retransmisión de este acto en todo el mundo.
   Y es que, se prevé que sólo en Madrid se congreguen más de cuatro millones de personas; un acto, según el presidente territorial de CAM, Ángel Martínez, que permitirá promocionar a Salzillo, su obra y la Región de Murcia "a nivel mundial".
   Igualmente, CAM asumirá todos los gastos para velar por la seguridad del paso durante su estancia en Madrid y financiará una campaña de publicidad para divulgar la presencia de la gran obra de Salzillo en las jornadas de la Juventud.
En concreto, los trabajos de restauración se han centrado en las trece imágenes salzillescas, devolviendo el esplendor que se había perdido por las imágenes durante las diferentes restauraciones que se han ido sucediendo a lo largo de su vida, documentadas desde el siglo XIX hasta la segunda mitad del siglo XX y que habían ido alterando su aspecto original.
   Así, las labores se han centrado en conocer y frenar las causas del deterioro y recuperar la policromía original del maestro, distorsionada y velada por repintes, barnices y suciedad generalizada.

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